En primer lugar, debemos reconocer que lejos de vivir una era de cambios, estamos viviendo un cambio de era. ¿Por qué?, nuestro ecosistema ya sufrió una mutación radical, porque desde el punto de vista del individuo, del consumidor o del profesional, las cosas jamás volverán a ser como antes.
Para dar una negativa y que esta sea tomada como definitiva, se necesita tomar decisiones y ser consciente de ellas; tener argumentos y aportar soluciones efectivas.
¡Qué interesante sería poder leer la mente de los demás! O al menos poder darse cuenta de los verdaderos sentimientos de las personas con las que interactuamos todos los días.